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Quiero compartir contigo las consecuencias de vivir en estado de alerta constante. Ya sabes, el típico «Y si» … Y si me roban, y si me caigo, y si no puedo…

Y ya te adelanto que todos los estudios indican que el 90 % de las preocupaciones que tenemos sobre algo NO SUCEDEN.

Entonces, ¿Cuales son las consecuencias físicas y emocionales de vivir en estado de alerta?

Te cuento:

Ante algo físico-real que nos sucede, y ante algo imaginario, se activa el mismo estado de alerta en tu cuerpo. Este estado de alerta hace que segreguemos cortisol en nuestro torrente sanguíneo.

La excesiva segregación de cortisol produce cambios en el organismo, como la pérdida del cabello, problemas en la piel , cambios gastrointestinales, presión en el pecho, etc…

Pero también afecta al comportamiento con irritabilidad, pérdida de memoria, falta de concentración o aislamiento.

Como ves la consecuencias de estar en estado de alerta son muchas.

Y mientras aprendemos a ver nuestro mundo con menos miedo. ¿Qué podemos hacer para disminuir los efectos del cortisol en. nuestro cuerpo?

Elevar la producción de la hormona oxitocina, abrazando a nuestros seres queridos y mascotas, sonriendo, siendo empatizo con los demás.

Haciendo ejercicio físico, comiendo de manera saludable y estando en contacto con la naturaleza.

Y algo muy importante, haciendo de nuestro diálogo interno un aliado.

Ponlo en práctica y me cuentas, ya verás como te sentirás mucho mejor!!!